Algunas `personas se dejan llevar día tras día por sus costumbres y hábitos alimentarios para después lamentar esa actitud y sentirse mal con ellas mismas, sentirse frustradas, enfadadas, incluso con cierta culpabilidad por no tener la perseverancia necesaria para hacer los cambios que necesitan en su alimentación.
La norma general es vivir corriendo, estar todo el día con mil pensamientos en la mente, saturada de informaciones, y saltando a toda velocidad de un pensamiento a otro desde que nos levantamos a la mañana hasta que nos acostamos.
Lo hacemos de manera automática, sin darnos cuenta, a la vez que nos dejamos llevar por los sentidos de la vista, el olfato , el tacto..
algunas personas comen por ansiedad.
Si se quiere adelgazar hay que ser consciente de todo esto, y por tanto romper con el viejo habito de comer
lo que haya a nuestro alcance sin reparar en si nos beneficia o
dará un sobrepeso, y sin prestar atención a las cantidades que se ingieren.
El primer cambio es parar. Observarse. Escucharse. Es necesario hacerse consciente, del aquí y ahora. Parar, como si viéramos una señal de tráfico, de STOP, que indica
parar, observarse, ¿qué estoy a punto de hacer, porqué quiero comer?.
El primer cambio es la aceptación.
La segunda es la observación.
La tercera trasformación.
primera versión